En celebración del martes 13 estará expuesta la Reliquia -por primera vez- de San Antonio de Padua, en la Iglesia ’El Hospitalito’, en Texcoco


El martes 13 de junio, en La Parroquia de San Antonio de Padua, estará expuesta la Reliquia de San Antonio de Padua para que los fieles la conozcan.

Junio 06, 2017 17:57 hrs.
Religión ›
Información del párroco y Alejandro Otero R. › Revista Original

Texcoco Méx.- A 6 de Junio del 2017, El padre Sergio Garduño, encargado de la fiesta de la parroquia de San Antonio de Padua, dio a conocer que la Reliquia cristiana de San Antonio de Padua. Reliquia, donada por la Basílica de San Antonio de Padua, (Italia), al Presbítero Luis Artemio Flores Calzada, párroco entonces de nuestra comunidad y hoy actual Obispo de Tepic Nayarit, se exhibirá al público en general desde el 13 de junio.


En la Iglesia católica, se llaman reliquias a los restos de los santos después de su muerte. En un sentido más amplio, una reliquia constituye el cuerpo entero o cada una de las partes en que se haya dividido, aunque sean muy pequeñas. Las reliquias también designan a los ropajes y objetos que pudieran haber pertenecido al santo en cuestión o haber estado en contacto con él, considerados dignos de veneración.

Durante los primeros siglos del cristianismo, y como consecuencia de las persecuciones, comenzaron a conservarse y a tenerse en gran estima los objetos relacionados con los que habían muerto por la fe. Eran consideradas reliquias el aceite de las lámparas que se encendían delante de los cuerpos de santos, así como las sábanas dispuestas sobre las tumbas, incluso el polvo recogido en los "loculi" (lugar de enterramiento en las catacumbas). También ropajes y cualquier otro objeto propiedad del mártir, incluso hilos extraídos del tejido de una prenda. En ocasiones estos objetos fueron tenidos como milagrosos en vida de sus propietarios. Las cadenas conque habían sido atados en el calabozo los mártires y otros objetos de tortura eran reliquias muy preciadas. La cruz y los clavos del mártir que moría crucificado eran muy venerados.

El Pbro. Luis Artemio Flores Calzada realizó la Licenciatura en Teología Dogmática en la Pontificia Universidad Gregoriana, en Roma Italia, de 1980 a 1982. De Roma partió a la Ciudad de Jerusalén, obteniendo el diplomado en Sagrada Escritura en el ’Studium Biblicum Franciscanum’ de l982 a 1983. Al año siguiente obtuvo la Licenciatura en Filosofía en la Universidad del Valle de Atemajac y posteriormente realizó un diplomado en Derecho Canónico en la Universidad Pontificia de México.

DATOS BIOGRÁFICOS
Monseñor Luis Artemio Flores Calzada nació en San Antonio Tultitlán, Estado de México, Barrio de San Juan, el día 28 de abril de l949.
El 8 de febrero de l961 ingresó al Seminario Conciliar de Texcoco, donde estudió humanidades hasta septiembre de l965.

 Realizó sus estudios de Filosofía y Teología en el Seminario Mayor de la Arquidiócesis de Durango, de l965 a 1973, y un año de magisterio en el Seminario Menor de Texcoco.

Recibió el Diaconado el 12 de Abril de l973 y el Presbiterado el 17 de Octubre 1974, de manos del Excmo. Sr. Arzobispo de Durango, Dr. Don Antonio López Aviña.

Ya ordenado sacerdote fue vicario parroquial de la Parroquia de Chalchihuites Zacatecas, Arquidiócesis de Durango, de noviembre a diciembre de l974. Fue prefecto de disciplina y prefecto de estudios en el Seminario Menor de Texcoco de enero de 1975 a junio de l979. Durante este período también fue profesor de Filosofía en la Escuela Normal de Maestros número 21 de Texcoco y fue párroco de la Parroquia de San Juan Bautista, en Teotihuacán, de julio de 1979 a agosto de 1980.

A su regreso de Roma fue nombrado párroco de la Parroquia de San Antonio, Sagrario Diocesano, en la ciudad de Texcoco, y maestro de Teología en el Seminario Interdiocesano Guadalupano, con sede en los Remedios, Naucalpan, en el Seminario de Vocaciones Adultas de Cristo Rey, en Coatlinchán, y en el Seminario Mayor de Texcoco.

En l984 fue nombrado Vicario Episcopal de la zona centro de Texcoco; en 1986 Pro-Vicario General de la Diócesis de Texcoco y en enero de l990 Vicario General de la misma, cargo que ejerció hasta el día 26 de mayo de l997.

Al quedar vacante la Sede de Texcoco, por renuncia del Sr. Obispo Magín, y antes de que tomara posesión canónica el nuevo Obispo Carlos Aguiar Retes, el padre Luis Artemio fue nombrado Administrador Diocesano.

Monseñor Aguiar Retes lo nombró nuevamente Vicario General de la Diócesis de Texcoco y posteriormente Rector del Seminario Diocesano. El 15 de junio del año 2000 es nombrado Vicario Episcopal de la II Vicaría de San Juan Bautista, Teotihuacan, y el 6 de agosto del mismo año párroco de San Juan Bautista, Teotihuacan.

El 8 de julio de 2003 fue nombrado Primer Obispo de la Diócesis de Valle de Chalco y fue consagrado el 8 de septiembre del mismo año.

La Reliquia cristiana:

Dentro de este gran acontecimiento cabe señalar algunos comentarios sobre estos objetos de nuestra Iglesia Católica:
Definición
• Reliquia: Un objeto asociado a un santo

Las reliquias pueden ser de tres grados:
• 1er grado: un fragmento del cuerpo.
• 2do grado: un fragmento de su ropa o de algo que el santo usaba durante su vida (rosario, Biblia, cruz, etc.). También objetos asociados con el sufrimiento de un mártir.

• 3er grado: cualquier objeto que ha sido tocado a una reliquia de primer grado o a la tumba de un santo.

La reliquia de San Antonio en nuestra comunidad es de primer grado

Errores que se deben evitar en relación a las reliquias:

1- Creer que las reliquias tienen poder por sí mismas. Esto sería magia y superstición. Nuestra atención al venerarlas está en el santo. Tocamos las reliquias y las veneramos no por ellas mismas sino por el santo al que representan. Dios puede concedernos milagros por intercesión de los santos, pero más importante es acercarnos a los santos para inspirarnos en sus vidas e imitarlos con el deseo de también nosotros vivir en santidad y llegar al cielo.

2- Exagerar la importancia de las reliquias en la Iglesia. Las reliquias pueden ser una ayuda a la fe pero no son parte central de ella.

3- Despreciarlas o dudar que Dios pueda utilizar sus instrumentos escogidos para hacer milagros según sus designios. Ejemplo: ¿Acaso necesitaba Dios darle una vara a Moisés para hacer milagros? No. Dios no necesita ni de la vara ni de Moisés, pero Dios sí ha querido valerse de ambos.

4- Comerciar con reliquias, falsificarlas, explotar a los ingenuos. Sin duda se han cometido excesos de este tipo. San Agustín (+430) denunció a impostores vestidos como monjes que vendían reliquias falsas. El Papa San Gregorio (+604) prohibió la venta de reliquias y la perturbación de tumbas en las catacumbas. A pesar de ello se cometieron muchos abusos. Los protestantes, en vez de rechazar los abusos rechazaron las reliquias en general. El Concilio de Trento (1563) defendió la invocación a los santos, la veneración de las reliquias y las tumbas de los santos.

Nuestra cultura tiende a ser práctica y perder de vista el valor de los símbolos. Sin embargo, aun guardamos recuerdos de seres queridos. Para el cristiano esos son los santos.

Dios continúa hoy haciendo milagros y se deleita de hacer muchos de ellos por la intercesión de sus santos.

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